Cuando parecía que la polémica por decir “paco” en vivo, en un escenario complejo, ya se había calmado, llegaron nuevos antecedentes. Si bien es algo que se podía esperar, el hecho revivió el debate.
Hay que recordar que la periodista fue desvinculada del canal de televisión en abril de este año en medio de críticas y opiniones divididas, pero principalmente por la presión de más de 2 mil denuncias ante el CNTV en un solo día.
Ahora, Allende-Salazar abrió un nuevo capítulo en el caso acudiendo a un recurso judicial. De manera concreta, la ex conductora de Informe Especial presentó una demanda en contra de su otrora casa televisiva.
El planteamiento de la comunicadora es que se trata de un despido injustificado, también acusó “injuriosas declaraciones públicas en su contra” y una “escandalosa práctica anti periodística”.
Más allá de la interpelación como tal y las declaraciones cruzadas en su momento, Paulina de Allende-Salazar demandó a Mega pidiendo una millonaria suma de dinero mediante una querella no menor.
Según consignó Diario Financiero, se trata de un texto de 91 páginas y que ya fue recibido oficialmente en el 1° Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago. Además, se consigna que sí hubo afección a su “moral y dignidad”.
Respecto al monto específico, se piden $58 millones en reparaciones.
También pide que el canal pague una indemnización por término de contrato, suma que asciende los $245 millones. Por último, exige otros $ 118 millones por “despido vulneratorio”. En total se exigen $421 millones de pesos.
Me parece justo, cuando el mismo Mega utilizo la misma palabra PACO en los reportajes denominados PACOGATE en sus programas periodísticos.
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